La Sauceda, un valle legendario

Texto y fotografías de Antonio Morales Benítez.



Dice la leyenda que La Sauceda formó parte de una especie de "eje del mal" andaluz al relacionarse su nombre con levantamientos moriscos, perseguidos de la Inquisición, cuna del bandolerismo, refugio de huidos y todo tipo de marginados y uno de los últimos bastiones de la resistencia armada contra los sublevados de 1936. Incluso algunos han querido relacionar su nombre (Sauceda) con el de "desahuciados". Ciertamente este enclave, fundado en el siglo XVI, tiene una trayectoria traumática. Sus primeros habitantes moriscos no fueron sometidos hasta el reinado de Felipe II y fueron tristemente protagonistas de numerosos autos de fe. Su máximo apogeo lo alcanzó durante el primer tercio del siglo XX cuando era un próspero poblado. Debido a su propia configuración algunos han querido ver en esta zona apartada y limítrofe entre las provincias de Cádiz y Málaga los primeros gérmenes libertarios y ecológicos. Con el estallido de la guerra civil hasta allí llegaron numerosos republicanos huidos procedentes de los pueblos de su entorno. En noviembre de 1936 varias columnas de tropas sublevadas confluyeron allí y ante la resistencia que encontraron y su inaccesibilidad, el pueblo fue brutalmente bombardeado por la aviación alemana aliada de Franco hasta su destrucción total. La población también iba a ser exterminada junto a decenas de republicanos de toda la comarca serrana ya que consta que de allí salieron unos 300 vecinos entre hombres, mujeres y niños en dirección al cortijo cercano de El Marrufo, donde estuvieron detenidos y fusilados muchos de ellos. Una tragedia hoy poco conocida por los escasos testigos que dejó este episodio. Tras la masacre no quedó piedra sobre piedra y La Sauceda desapareció del mapa. Sólo quedaron en pie los restos de la ermita que también había servido de escuela. A partir de 1979 se empezó la reconstrucción del sector central del primitivo poblado y reconvertido sus escasos restos en casas-cabañas para el turismo rural.

Sin duda pocos lugares podemos encontrar con una belleza tan extraordinaria y una memoria histórica tan intensa. Las fotos que ilustran esta entrada fueron captadas la semana pasada en este valle legendario.


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