Mostrando entradas con la etiqueta embalse de los Hurones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta embalse de los Hurones. Mostrar todas las entradas

17 de febrero de 2012

El Cerro del Torero

Cerros de Fátima y del Torero, vistos desde El Enriaero

El Cerro del Torero es una de las cumbres características del entorno paisajístico más inmediato a Ubrique. Es uno de los volúmenes orográficos más destacados de la Sierra de la Silla, alcanzando los 899 metros de altitud, en tierras del término municipal de Benaocaz, pero limitando con el ubriqueño. Desde muchos puntos de nuestro pueblo, como su casco antiguo, podemos reconocer fácilmente al Torero, por su posición central y más elevada en un perfil con otras dos cumbres: a la izquierda el cerro del castillo de Fátima, y a la derecha la Silla Alta.


En fechas navideñas hemos llevado a cabo la ascensión hasta el Torero, al que podemos llegar desde los alrededores del Castillo de Fátima (o fortaleza de Cardela, uno de los puntos clave, históricamente hablando, de la que fue frontera occidental del Reino Nazarí de Granada, duramente disputado a decir de las crónicas castellanas). Advertiremos en este punto que, al encontrarse en una finca de propiedad privada, es preceptivo contar con permiso del propietario para acceder.

Una vez en la cúspide, pudimos gozar de las fabulosas vistas que desde allí se contemplan. El casco urbano de Ubrique se nos muestra, ampliamente extendido, frente a nosotros, parcialmente oculto tras el cerro de los Olivares, del que nos separa el valle del Arroyo de los Cirones (por el que discurre el sendero del Callejón de las Mocitas). Coronando Ubrique se encuentra la gran masa de su sierra homónima, y también podemos ver Benaocaz y todas las principales altitudes de la Sierra de Grazalema. En la otra vertiente de la Sierra de la Silla, descubrimos a vista de pájaro la lámina de agua del embalse de Los Hurones, y la campiña jerezana que se extiende hasta el horizonte. Mostramos aquí las imágenes que pudimos captar desde la cumbre del Cerro del Torero. El grupo de excursionistas estaba formado por Paco Solano, Pepe Rubiales y Diego Rubiales. [Fotos: Paco Solano Carrasco y Alejandro Pérez Ordóñez]














Para mayor información sobre ésta y otras rutas, contactar con Paco Solano en el teléfono 645 169 546

24 de abril de 2011

Ruta de Ubrique a la Finca de Cardela

En esta Semana Santa de meteorología inestable, un grupo de senderistas ubriqueños realizó una ruta en la que pretendían enlazar Ubrique con la presa del embalse de los Hurones. Un cambio en el tiempo les impidió completarla, debiendo volverse antes de tiempo después de haber visitado la Finca de Cardela. Contamos aquí con el relato y las fotografías de Antonio Morales sobre esta experiencia senderista.


Ver Ubrique-Finca Cardela en un mapa más grande

Texto y fotos por Antonio Morales Benítez
Esta caminata discurre por una zona limítrofe entre parques naturales de Grazalema y Los Alcornocales, a través de los montes de Cardela y siempre en dirección a la presa del embalse de los Hurones, ya en el témino municipal de Algar. La construcción de este pantano, que entró en servicio en 1964, cambió el horizonte de estos lugares. A pesar de ello aún hoy se nos sigue presentado como un mundo aparte, donde se mueve con total libertad la fauna más característica de estos parques. Para iniciar la ruta hay que tomar la CA- 6233 a la altura de la piscina municipal de Ubrique para continuar siempre paralelo al río hasta su desembocadura en el embalse y teniendo siempre como referencia la peña que alberga el castillo de Fátima. Una vez en la cola del pantano hay que atravesar un puente para continuar por el interior de la finca -es necesario contar con el permiso del personal que la custodia- para recorrer un largo trecho a través de una gran masa forestal, formada sobre todo por alcornoques, que nos conduce hasta la casa propiedad de la familia Mora Figueroa. Todo en esta finca, desconocida para muchos, nos evoca las monterías que desde hace muchas décadas se organizan en estos lugares. La idea inicial era culminar la ruta en la presa del pantano, que ya casi tocábamos con las manos, pero el repentino empeoramiento de las condiciones metorológicas, precisamente en una zona donde se había perdido el carril y se debía continuar campo a través, bordendo el pantano, hicieron aconsejable iniciar la vuelta antes de tiempo y, por lo tanto, esperar a otra ocasión para culminar la caminata. Hasta entonces la excursión había discurrido bajo un sol primaveral. Pese a todo, se recorrieron unos 30 kilómetros, la mitad de ellos bajo una fuerte lluvia, que se cubrieron en unas 7 horas. Una vez en Ubrique, la manta de agua tendría su contrapunto en la peña sevillista donde se repusieron las mermadas fuerzas.


































































[Texto y fotos: Antonio Morales Benítez]