9 de diciembre de 2009

La Calzada Romana



Durante el pasado puente de la Inmaculada, Alejandro Pérez y Esther Carrero han tenido ocasión de realizar el popular sendero de la "Calzada Romana" entre Ubrique y Benaocaz. Se trata de una ruta de baja dificultad y bastante accesible, ya que transcurre entre dos núcleos urbanos. La distancia total ronda los cuatro kilómetros (se puede hacer en aproximadamente una hora) y tiene una pendiente moderada y bastante uniforme durante la mayor parte del camino. Es un camino que ha formado parte de la red de comunicaciones de la Sierra de Cádiz desde la Antigüedad. Constituyó un tramo de la calzada que en época romana unía las ciudades de Carteia (San Roque, Cádiz) y Astigi (Écija, Sevilla), y durante la Edad Media se amplió con diversos ramales para comunicar las poblaciones de la zona, habiendo sido mantenida hasta la aparición de las actuales carreteras en el siglo XX. La calzada cuenta con un pavimento de piedra caliza local delimitado por sendas cunetas para evacuación de aguas pluviales, en ocasiones muy bien conservadas. Algunos arroyos son salvados por tres alcantarillas o pequeños puentes. Quien desee ampliar la información histórica y arqueológica sobre esta vía puede consultar la publicación Calzada romano-medieval Ubrique-Benaocaz, realizada por miembros de la asociación Papeles de Historia.


Ver Calzada Romano-Medieval Ubrique-Benaocaz en un mapa más grande

El primer tramo desde Ubrique, que comienza en las inmediaciones del Convento de Capuchinos, actual sede del Museo de la Piel, se encuentra bastante degradado por aportes de escombros y tierras para facilitar el paso de vehículos. A unos 800 metros, una señalización con un mapa del sendero marca el punto en que comienzan a apreciarse mejor las características históricas de la calzada. Más arriba, superada la mitad del trayecto, pasaremos junto a la Cabeza del Toro. Se trata de una cabeza bovina pintada sobre una pared rocosa, en la que el ancestral enfrentamiento entre Ubrique y Benaocaz se materializa de forma simbólica en la tradición de arrojar piedras sobre el grafito, de legendarios orígenes. Continuando nuestro ascenso, llegaremos a una bifurcación de la calzada, en los Llanos del Peñón Gordo. El ramal derecho continúa en dirección a la Manga de Villaluenga, pero nosotros deberemos tomar el izquierdo para dirigirnos hacia Benaocaz. En las inmediaciones de un molino sobre el Arroyo Seco (aguas abajo será el río Ubrique), que cruzaremos sobre un airoso y sencillo puente, el camino se estrechará y se hará algo más empinado en las últimas rampas antes de acceder a Benaocaz, punto final de nuestra ruta donde podremos reponer fuerzas antes de emprender la vuelta. [Fotos: Esther Carrero Fernández]









Para mayor información sobre ésta y otras rutas, contactar con Paco Solano en el teléfono 645 169 546

3 de diciembre de 2009

Llanos del Republicano y Puerto del Correo




Antonio Morales Benítez ha realizado a finales de noviembre esta ruta, acompañado por casi una treintena de miembros de la familia Benítez que han celebrado su encuentro anual. Nos ofrece aquí su comentario y fotografías para que todos podamos disfrutarla. Esperamos que muchos de nuestros lectores se animen a realizarla.


Ver Llanos del Republicano y Puerto del Correo en un mapa más grande

Los Llanos del Republicano se encuentran en un valle situado entre Villaluenga del Rosario -el municipio que tiene mayor altitud de la provincia de Cádiz- y la Sierra de Líbar, y desde allí, a través de puerto del Correo, se accede a los Llanos del Líbar, ya en Málaga. Se trata de una de las zonas más montañosas de la provincia gaditana. La ruta, que parte de la piscina municipal, está perfectamente señalizada ya que discurre en parte dentro del camino europeo denominado GR-7, que conecta Tarifa con Atenas, y que atraviesa el Parque Natural de los Arcornocales y el de la Sierra de Grazalema. En un primer tramo, de una suave bajada, la ruta está flanqueada por alcornoques, quejigos y encinas, hasta que vemos unos enormes llanos con la Sierra al fondo. En esa dirección, y tras atravesar unos pastos, se toma una senda de fuerte subida en forma de zigzag, y que desde tiempos inmemoriales ha unido estas poblaciones con Ronda, en medio de paredes rocosas. Poco a poco vamos alcanzando altura para movernos siempre por encima de los 1.000 metros y disfrutar mirando hacia atrás de las vistas sobre las sierras del Caíllo y del Endrinal en medio de un paisaje abrupto y espectacular por sus abundantes escarpes rocosos, fuertes pendientes y bloques de caliza enormes. Tras llanear un rato otra subida nos lleva al Puerto del Correo para adentramos en la provincia de Málaga y tener una primera visión de los Llanos de Líbar, encajonados entre montañas y casi secuestrados del mundo, con sus dehesas y prados arbolados. [Texto y fotografías: Antonio Morales Benítez]










Para mayor información sobre ésta y otras rutas, contactar con Paco Solano en el teléfono 645 169 546